¿Qué significa SLU y cómo funciona una Sociedad Limitada Unipersonal?

Por qué la SLU se ha puesto de moda: la realidad tras el ruido

Si estás pensando en montar un negocio y no quieres que tus bienes personales estén en juego, la slu es una de esas fórmulas que te salva el cuello. No te lo digo por postureo: según el INE, en 2023 las SLU representaron el 42% de las nuevas empresas en España. ¿Por qué? Porque combinan la protección patrimonial de la sociedad de capital con la agilidad de un solo decisor. Piénsalo como tener todo el control operativo y, a la vez, un escudo jurídico para tu casa y tu coche.

Definición y núcleo operativo de la SLU

¿Qué es exactamente una slu?

Una SLU (Sociedad Limitada Unipersonal) es una sociedad de responsabilidad limitada en la que todas las participaciones pertenecen a una sola persona —física o jurídica—. La entidad tiene personalidad propia, por lo que responde con su patrimonio, no con el del socio. Eso no significa que puedas relajarte: hay formalidades, obligaciones fiscales y responsabilidades administrativas que hay que dominar como si fueses jefe de un pequeño ejército.

Cómo funciona la gobernanza en una slu

La estructura es sencilla. El socio único puede ser también administrador, lo que agiliza decisiones estratégicas y operativas (pipeline de ventas, políticas comerciales, contratación de key accounts). Pero ojo: la autocontratación tiene reglas. Los contratos entre socio y sociedad deben quedar por escrito y registrarse; durante dos años tras ciertas operaciones el socio puede responder por beneficios obtenidos en autocontratación.

Constitución de la SLU: pasos clave para no meter la pata

Trámites básicos para crear una slu

Primero, pide el certificado de denominación en el Registro Mercantil Central. Abre una cuenta bancaria a nombre de la sociedad y deposita el capital social. Tradicionalmente era 3.000 euros, pero la Ley Crea y Crece permite constituir sociedades con 1 euro —con condiciones: hay que dotar reservas del 20% de beneficios hasta llegar a 3.000 euros. Firma la escritura pública ante notario y luego inscribe la sociedad en el Registro Mercantil. ¿Resultado? NIF, alta fiscal y listo para arrancar.

Costes y tiempos (aproximado)

Notaría y trámites varían según provincia, pero calcula unos cientos de euros en gastos iniciales y unos días a semanas para completar todo. Mi recomendación profesional: prepara el due diligence previo (contratos, cash flow previsto, plan comercial) para que en cuanto tengas la SLU puedas lanzar campañas de lead generation y empezar a cerrar ventas sin perder ritmo.

Obligaciones fiscales y contables de la SLU

Contabilidad, cuentas y presentación

Una slu tiene las mismas obligaciones contables que una SL tradicional: llevar Libro Diario, Inventarios y Cuentas Anuales según el Plan General de Contabilidad, formular cuentas y depositarlas en el Registro Mercantil. En términos fiscales, tributa por Impuesto de Sociedades y debe presentar pagos fraccionados, IVA y retenciones según corresponda. Mantén KPIs claros: margen bruto, burn rate y flujo de caja son vitales.

Ventajas, riesgos y opinión práctica

Ventajas para networking y ventas

La slu da confianza a clientes y proveedores: en procesos de negociación y en la firma de contratos grandes, tener una sociedad inscrita transmite estabilidad. Desde la óptica comercial, facilita cerrar acuerdos B2B y crear una estructura de account management profesional.

Riesgos y mi recomendación

No todo es color de rosa. Si tu modelo es muy pequeño y no prevés facturar mucho, los costes administrativos pueden asfixiarte comparado con ir de autónomo. Mi consejo de gestor y de vendedor: si piensas escalar, buscar inversión, o crear una marca con clientes corporativos, monta la SLU desde el inicio. Si solo vas a probar una idea con bajo riesgo, valora empezar como autónomo y migrar después.

Conclusión directa: la slu te da control, protección y credibilidad; exige disciplina contable y fiscal. Si sabes de ventas, networking y gestión, es una herramienta poderosa. Si lo que quieres es probar sin complicaciones, piensa dos veces antes de lanzarte.